noviembre 16, 2011

Es posible que nuestra capacidad empática este en nuestros genes

Una gran parte de como nos relacionamos con las personas emocionalmente puede estar fijado físicamente en nuestro ADN. Un nuevo estudio sugiere que los rasgos de carácter tales como el ser libre, el ser cuidadoso y nivel de confianza, está fuertemente ligada a una variación genética en el ADN desconocida, pero un detalle importante como el que una persona nos ve conversar con otra, esta puede ser capaz de adivinar el tema de conversación si poseemos la variación.

Anteriores estudios han relacionado varios rasgos de personalidad a las variaciones en este gen, que actúa como una estación de acoplamiento (o receptor) para la oxitocina química del cerebro (más conocida como la "hormona del amor"), ya que juega un papel en las conductas sociales, tales como la unión, la empatía y la ansiedad.

La investigación ha demostrado que las personas que tienen dos variantes "G" de este gen receptor de la oxitocina tienden a tener mejores habilidades sociales y autoestima más alta. Por el contrario, aquellos con al menos una variante "A" tienden a tener más dificultades para lidiar con el estrés, los peores resultados de salud mental, y una mayor probabilidad de tener dificultades.

Hemos sabido que el genotipo puede influir en la personalidad, pero sólo se había estudiado lo que sucede hacia el interior de una persona (cosas como las escalas de comportamiento y las mediciones de la frecuencia cardíaca), dice la Dra. Serena Rodrigues Saturno, Ph.D., autora principal del estudio y profesor asistente de psicología en la Universidad Estatal de Oregon, en Corvallis. "Esta es la primera vez que se ha observado como los diferentes genotipos se manifiestan en comportamientos extraños  que se pueden captar."

Para explorar la relación entre la genética de una persona y su conducta, Rodrigues Saturno y sus colegas reclutaron a 23 parejas, y se grabó en vídeo junto al compañero, mientras recordaba y hablaba las dificultades que han tenido en sus vidas. La otra persona, que había dado una muestra de saliva para determinar su genotipo, se le pidió  simplemente sentarse y escuchar a su contraparte.

Luego, los investigadores mostraron 20 segundos de cada clip de vídeo a un grupo de 116 personas. Ninguno de los personas conocían a los sujetos del vídeo, y vieron los clips sin el audio, por lo que no tenían conocimiento de las situaciones que se discutían. Luego se les pidió calificar qué tan amable, cariñoso, y cuan digno de confianza de la pareja parecía ser la persona, basándose únicamente en las señales visuales.

"Se veían gestos como asintiendo con la cabeza junto con su pareja, la mirada y contacto con los ojos, el mantener una postura corporal abierta", señala la Dra. Rodrigues Saturno. "Esas personas fueron juzgadas como más sociables e interesantes, a diferencia de los demas que parecían mucho más distantes."

A pesar de que se esperaba encontrar alguna asociación entre los sujetos genotipos y su clasificación, los investigadores quedaron impactados por la forma precisa en que los observadores intuyeron la realidad, precisa, la Dra. Rodrigues Saturno. De las 10 personas que fueron clasificados por la mayoría como pro-social, había efectivamente seis, con el genotipo GG, y de los 10 clasificados como "menos confiables", nueve eran portadores de al menos una variante.

Keith Kendrick, Ph.D., neurocientífico de la Universidad de Ciencia Electrónica y Tecnología de China, en Chengdu, dice que es importante tener en cuenta que los genes además del gen del receptor de la oxitocina (por no mencionar a otros factores no genéticos) influyen en el comportamiento social. Se ha demostrado que los receptores de oxitocina son modificado por medio de la persona, por ejemplo, las experiencias en  la vida supuestamente desempeñan un papel demasiado grande, precisa.

El hecho que una persona tenga una versión 'A' del gen receptor no implica necesariamente tener una tendencia de ser una persona completamente fuera de lo normal", señala el Dr. Kendrick, que no participó en este estudio. "Es evidente que muchos genes diferentes contribuyen a algo tan complejo como el comportamiento social, pero es interesante que éste en particular parece ser tan influyente."

Un genotipo no es necesariamente mejor o más sano que el otro, dice Rodrigues Saturno. Aunque los científicos se refieren a la variante "A" del gen como un "riesgo" variable (porque aumenta el riesgo de autismo y la disfunción social), muchos expertos piensan ahora de las variaciones como sólo eso, es decir las variaciones  pueden junto con muchas otras fuerzas definir las personalidades.

Es importante entender que algunas personas son naturalmente más lentas o cohibidas, y tienen dificultades para relacionarse con los demás, pero esta situación puede ser superada por sus esfuerzos personales, dice la Dra. Rodrigues Saturno. Poner a estas personas en los entornos más cómodos que naturalmente induce la producción de oxitocina podría ayudar comenzar a eliminar el muro personal y les ayuda a sentirse más cálida y abierta con otras personas.

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