octubre 08, 2012

Grau, por siempre Grau

Hoy día 8 de octubre, se cumplen 133 años del sacrificio de vida de nuestro gran héroe el Almirante Miguel Grau, quien comandaba su glorioso monitor Huáscar, en el Combate de Angamos, donde perdiera la vida con sacrificio, honor y valor cuando la patria peligraba ante la invasión enemiga. El Almirante Grau, siempre fue un hombre de familia, estuvo en política como diputado por Paita, pero sobre todo marino, en los mares y por su caballerosidad con los caídos se les conoció como el Caballero de los Mares.

Recomiendo visitar la que fuera su casa de Lima, ubicada en la 1ra. Cuadra el Jr. Huancavelica, en pleno centro de Lima donde encontraran fotos y documentos inéditos de su paso por la vida física.

Como un pequeño homenaje a su memoria de este peruano del milenio, presentamos la Oda a Miguel Grau, escrita por José Gálvez Barrenechea.

ODA A GRAU
José Gálvez B.(1)-

Frente al océano ¡ OH Grau!,
semidiós lleno de bondad humana,
te evoco como a un gran pénate lírico:
y al evocarte, ¡OH gran señor del mar!
los mitos y los símbolos florecen
y se encarnan en henchidas imágenes radiantes.

No son mentiras vacuas,
ni son fantasmagóricos alardes
esas figuraciones tutelares:
la leyenda, la historia y la gloria y la patria
que, por ellas,
un hálito divino  infunde en lo pasado  vida sacra,
y a las cosas que fueron las salva del olvido;
un  hálito divino, que hincha las palabras,
como velas de barcos atrevidos
que van al infinito.

Puede la vida triste irse como una sombra,
pero quedan, de las almas sublimes,
el resplandor y el eco de vibración perenne,
que rescata en una sagrada  resurrección,
a los hombres que encarnan ,
en misiones eternas, ideal y abnegación..!

Locura de poeta, creencia popular,
son las que captan el mensaje
que se vuelve a cantar,
cuando en la hora trágica
la carne de los héroes se hace polvo
y el alma vuela al cielo para lucir eterna,
como una estrella tutelar,
de esas que marcan  camino de la tierra
para el mortal que pasa,
ruta celeste para el mortal que ha de durar.
                                                    
Y así—OH Señor de nuestro mar
al evocarte vienen con nuevos atavíos
las antiguas estampas.
No son mentiras, no, los símbolos,
la leyenda, la historia, la gloria y la patria.

Fuiste la encarnación del sacrificio,
fuiste la encarnación de la esperanza,
y como Cristo bien sabías que te sacrificabas.

Como a un gran corazón,
iba hacia ti la sangre de la patria,
que su dolor sentía en tu dolor,
que por ti palpitaba, y que confiaba en ti su salvación.

Todo lo fuiste tú, todo, en un instante:
la epopeya, el ensueño, la audacia y el misterio,
lo incomprensible y casi inalcanzable
con que esperaba redimirse un pueblo.

La Patria, tu tal vez como nadie, lo sabías, la forjan
los que sufren, los que luchan, los que se sacrifican;
que en el surco del pueblo,
el sacrificio es la única semilla que hace brotar la flor del patriotismo.
Tu fuiste así; por eso son eternos
tu nombre y tu recuerdo.
En la tremenda hora de patriótica angustia
ibas sobre las ondas como un ave silente
en formidable empeño de aventuras
desafiando a la muerte y a la suerte,
y tras tu frágil nave, como un viento propicio,
iba el cálido aliento con que seguía tu ilusión tu pueblo.

Nunca tuvo una estela mas luminosa un barco,
como la estela que dejó tu nave,
ni jamás las estrellas alumbraron
a un buque solitario,
de más pura y romántica osadía,
como al romanticismo de tu barco,
retoño nuevo de caballerías.

Viejos, niños, mujeres,
tus campañas seguían como en sueños,
y se echaban al vuelo, por tu nombre,
las líricas campanas.

Señor de la sorpresa,
recorrías impávido las costas enemigas.
Absorta te contemplaba y aclamaba América,
-flores de damas, ritmos de poetas—
y hasta la vieja, indiferente Europa,
depuso su soberbia ante tu gloria.

De las galeras que cantara Homero,
de los pueblos feacios,
tu nave fue sublimación airosa;
veloz y silenciosa como un sueño,
caía como un rayo, se iba como una sombra.

Ensoñación del mar en flor de hazaña,
era mito, milagro, fantasía:
maravillosa mezcla de caballero y de fantasma,
sorprendía, apresaba, combatía.

Tu eras la Patria, sobre el mar, bajo el cielo
y mas allá del horizonte,
y unías la leyenda y el cantar al ejemplo
como un nuevo Quijote.

Reflejo azul de una bondad divina,
por ti la roja guerra tuvo,
hundías barcos, salvabas vidas;
aún al enemigo diste amor,
y entre la sangre y la metralla,
puro pasaste el alma erguida por la mano de Dios.

Y como con la Patria te uniste y confundiste,
y eras un paradigma de heroísmo sin par,
a tu lado tuviste gallardos paladines;
pero la realidad te perseguía acechando tu ideal.

Duro el destino,
castiga y premia a los que osaron mucho:
los castiga en la carne y en la tierra y en el tiempo fugaz,
y los premia en el alma y en la gloria y les da eternidad.

Como tu par, insigne Bolognesi,
tenías que caer  por nuestras culpas
y para ser ejemplo,
porque el destino escoge las víctimas mas puras,
y así redime castigando pueblos
en el dolor de los que son mejores.

¡Tenías que caer!
Y en un dantesco círculo de fuego
se consumó tu sacrificio cruento.

¡Tenías que caer!
Como en un mito griego,
se hizo de sangre todo el horizonte,
y se alzaron como unos semidioses
los que contigo al holocausto fueron.

¡Tenías que caer!

¡Se hizo de sangre todo el horizonte,
pero el mar como nunca, fue color de laurel

(1) José Gálvez Barrenechea, llamado El «Cronista de Lima», fue hijo del ingeniero Justiniano A. Gálvez Moreno y Amalia Barrenechea y de la Fuente. Descendía de figuras heroicas de la patria, como José Gálvez Egúsquiza, héroe del Combate del 2 de mayo de 1866, su abuelo, y de José Gálvez Moreno, su tío, héroe de la Guerra de 1879.
Se graduó de doctor en Filosofía y Letras, en 1915, y de doctor en Derecho, en 1922, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Conocido también como «El Poeta de la Juventud», se hizo merecedor de muchos premios reconocimiento a su indiscutible capacidad intelectual; desempeñó cargos académicos y políticos, con notable acierto.
Activo participante de la política peruana, fue Ministro de Educación en 1931. En 1945 llegó a ser elegido Vicepresidente en el gobierno de José Luis Bustamante y Rivero y Senador de la República por Lima por el Frente Democrático Nacional. En 1956, retornando el Perú al cauce democrático, encabezó la lista al Congreso por el Frente Democrático Independiente, siendo elegido Senador de la República por Lima y posteriormente Presidente de la Cámara.
Entre su proficua producción literaria que comprendió prosa y poesía, destaca Nuestra Pequeña HistoriaEstampas limeñasJardín cerradoOda a Grau Canto Jubilar a Lima.

La pluralidad de mundos, pluralidad de formas de vida Opinión

Nuestro universo, muchos mundos, muchas formas de vida
Estimados amigos, lo que leerán a continuación es una opinión muy personal, pero lo transmito a ustedes, a su vez con ello no pretendo cambiar su enfoque, su razón, pero al menos sepan lo que pienso, pues ahora es mi dato estable, es mi referencia. Bien,  lo que pienso respecto a la existencia de los seres extraterrestres, sobre todo de los seres tecnológicamente avanzados ajenos a nuestro planeta Tierra, y para comenzar debo expresar, que dudo mucho que al nacimiento de este universo actual, es decir desde el Bing Bang, hace aproximadamente 13700 millones de años, se haya generado tan sólo una posibilidad de existencia de vida inteligente (es decir nosotros, los homo sapiens terrestres), definitivamente considero, que es todo lo contrario, hay muchas formas de vida inteligente (y no inteligente) en este universo que han evolucionado y siguen evolucionando, a partir de un caldo primordial, que con toda seguridad no en todos los casos tiene como protagonista al carbono, que es la base de nuestra constitución biológica.

Mi sentido común me indica, que en este universo en el caso del carbono, así como se genero un caldo de cultivo de que dio origen a las diversas formas de vida en nuestro planeta, en otras galaxias, planetas o sistemas debe haberse generado diversas formas de vida (inteligente y no inteligente), a partir de un caldo primordial diferente al nuestro, por lo que sus respectivos ADN no necesariamente coincidirán con nuestros ADN, y ahí puedo elucubrar que habrá seres inteligentes con ADN de saurio, vegetal, e inclusive ADN de base metálica, como un ADN en base de silicio u otro metal. En fin, son tantas posibilidades de generarse los caldos primordiales que dan/dieron origen a las diversas formas de vida, que seguramente quedo corto.

Considero que debemos desterrar la creencia de que somos los únicos, pues considero que Dios no es sólo nuestro, es también el padre de todos los seres de este universo creado terrestres o no terrestres. 

Por lo que Dios, nuestro creador, convirtió la singularidad que fue el inicio de este universo (Big Bang), en una pluraridad de mundos y formas de vida, en tal sentido, es también, motivador señalar que de todas las forma de vida inteligente o no, sea cual fuere su configuración biológica, somos todos, su manifestación, su esencia, ineludiblemente.

Así, el día que el hombre salga a explorar otros mundos, debe saber que encontrara formas de vida inteligente o no, muy diferentes a las que nuestra experiencia, ciencia actual y religión nos han enseñado, y en ese momento, caerán muchos paradigmas sobre todo religiosos, así como las medias verdades de muchos gobiernos y tendrán que reformularse nuevas referencias y formas de pensar al respecto del origen y formas de la vida física.

También considero señalar que muchas de las muchas especies de extraterrestres que nos vistan desde hace milenios, no todos son éticamente avanzados, no todos respetan la vida y formas de vida de nuestra planeta, e inclusive algunas de estas especies también se ha aprovechado de nuestro atraso, de nuestra ignorancia, de nuestra reactividad, pues no les interesa para nada nuestro planeta y sus habitantes.

Y, aún con su avanzada tecnología son realmente seres que muy poco han evolucionado en lo ético; pero tampoco puedo generalizar, no todos son así, existen también seres altamente éticos que muchas veces inclusive han ayudado a muchos pueblos antiguos, han ensenado a nuestros antepasados a desarrollarse transmitiendo conocimiento y tecnologías, para motivar nuestro avance y nuestra evolución. Hoy en día, dado que nuestra conciencia analítica esta mas avanzada, sólo nos observan desde lejos nuestra evolución (o involución), pero creo que estarían dispuestos a ayudarnos si lo manifestamos.

Pero, hay una traba. Lamentablemente, algunos gobiernos, difunden una política de confusión acerca de los extraterrestres, con el fin de alejarnos de la verdad, generar escépticos, cuando la respuesta la dio el maestro Jesús, hay de todo en el rebaño del señor, así como, dentro de nuestra misma especie hay de todo en los seres humanos, los éticos, los amorales, los indiferentes, sean cultos o no, estas cualidades están, pues estamos aún en evolución, estamos aprendiendo, pero a pesar que ya tenemos el concepto de lo correcto, seguimos cometiendo errores teniendo el conocimiento.

Igualmente, nuestros amigos de otros mundos, también pasan por lo mismo, o han pasado por lo mismo en algún momento (me refiero a los éticamente avanzados), la ventaja definitivamente en la mayoría de ellos lo dan dos cosas: el tiempo desde su aparición como especie en su mundo (casi en todos los casos de los seres que nos visitan tienen una evolución muchísimo mas antigua que la nuestra), y la segunda es el momento en que lo seres tomaron los conceptos éticos como base de su desarrollo, evolución y tecnología (lo llamo, cambio de conciencia).

De esto último podemos desprender que muchos de los seres extraterrestres que nos visitan que aún no ubican un horizonte relacionado con el sentir de sus existencia (preocuparse por el otro, el concepto de servicio), son moral y éticamente atrasados, pero tecnológicamente muy avanzados. En nuestro caso, el ser humano terrestre, esta en la misma situación, esta avanzando mucho en tecnología, debido a que la mayor motivación para el desarrollo tecnológico, es la guerra y el poder (fruto del ego, que  es el mas grande lastre que no nos permite evolucionar), mas no así por el hombre mismo, por lo tanto somos seres cuyo nivel consiente de lo ético es aún muy bajo, estamos muy atrasados, somos básicos.

Stephen Hawking, el gran físico teórico inglés, ya menciono que nos preparemos para un encuentro con los extraterrestres (aunque luego señalo que no tratemos de contactarnos con ellos), y que tengamos cuidado, justamente porque de primera intención no sabremos si estaremos tratando con seres éticamente avanzados o no.

Corresponderá a nuestros políticos, científicos, filósofos, establecer con quienes nos debemos comunicar, pues creo, no esta lejano le momento que debamos comunicarnos abiertamente con ellos (sólo espero, sea con los éticos), por lo que de darse el caso de pedir apoyo, la pidamos a quienes están dispuestos a darnos la mano, y no a aprovecharse de nuestras debilidades, e ignorancia.

Tomemos la decisión (libre albedrío) de sobrevivir, sabemos lo que hemos hecho mal, corrijámoslo  o pidamos conocimiento a los seres éticos de fuera, dejemos de lado el ego, si queremos darnos una oportunidad de sobrevivir a nuestros errores de nuestra especie como el daño a nuestro medio ambiente y adoptemos como camino la vida, y una vez que tomemos ese camino de evolución, y comprendamos ese horizonte, estaremos en capacidad de poder ayudar a otras especies a evolucionar. En fin, lo dicho repito, es mi dato estable, mi referencia.

Comprendamos que muchos gobiernos seguirán ocultando lo evidente, pero ustedes ya sabrán que no es así.

Pues, nunca hemos estado solos en este universo vigente.

Rony Pezo S.

octubre 04, 2012

La maquina secreta Enigma

Durante la Segunda Guerra Mundial, en la Alemania nazi se desarrollo una tecnología de comunicación encriptada que puso en jaque a los aliados. La clave de todo el sistema de comunicación secreto alemán era un artefacto parecido a una máquina de escribir dentro de una caja de madera. Bajo su inofensivo aspecto se ocultaba un sofisticado ingenio que tenía como misión enviar mensajes mediante un mecanismo que los convertía en indescifrables para el enemigo.

Con el sofisticado equipo, los submarinos alemanes destinados en el Atlántico podían comunicarse entre ellos y con su país, logrando una coordinación que estaba costando el hundimiento de muchos barcos a los aliados. La existencia de esta máquina era fundamental para la táctica empleada por los submarinos alemanes, conocida como la “jauría de lobos”. Consistía en la presencia continua de unos quince submarinos en alta mar, colocados estratégicamente en las rutas que solían seguir los convoyes aliados. Estos submarinos estaban separados entre sí por largas distancias, con lo que conseguían cubrir zonas muy amplias.

Cuando uno de ellos avistaba una presa, ya fuera un convoy o un barco aislado, comunicaban a su base la ruta que estaba siguiendo. Desde allí se avisaba a todos los submarinos disponibles para que convergieran sobre el objetivo en un punto del océano, normalmente por la noche. Cuando llegaba el momento, todos los submarinos reunidos para la ocasión comenzaban a disparar sus torpedos. Si no se conseguía hundir el barco enemigo, lo seguían a una distancia prudencial y cuando llegaba la noche volvían a lanzar sus torpedos, hasta que lograban su hundimiento.

Dicha táctica era tremendamente eficaz. Con esos pocos efectivos distribuidos por el inmenso océano se mantenían en jaque a toda flota aliada, que se veía incapaz para proteger a todos los barcos que cruzaban el Atlántico. Para que esa técnica de “jauría de lobos” pudiese llevarse a cabo era necesario contar con el factor sorpresa.

Los aliados necesitaban contar con un sistema que pudiera localizar la posición de los submarinos nazis y conocer de antemano el lugar de reunión. En ese caso, los “lobos” caerían en una trampa mortal y se acabaría la amenaza. Ése era el objetivo, pero ¿Cómo conseguirlo? Sólo había una respuesta: descubrir el significado de los mensajes enviados a través de la Enigma.

Para los aliados era vital conseguir descifrar esos mensajes. De este trabajo se encargaría la Escuela de Códigos del Gobierno, radicada en una mansión victoriana llamada Bletchley Park, situada a 70 kilómetros de Londres y a 100 Kilómetros de la playa de invasión mas próxima, para que pudiera seguir operando aunque los alemanes hubieran desembarcado ya en las islas británicas. En unos barracones construidos al lado de la casa principal se encontraba un grupo de expertos cuya única misión era lograr la clave de funcionamiento de aquella misteriosa máquina.

El heterogéneo equipo estaba formado por matemáticos, lingüistas, maestros de ajedrez e incluso expertos en crucigramas de las universidades de Oxford y Cambridge. Trabajaron durante meses, pero la Enigma seguía haciendo honor a su nombre; era virtualmente imposible descubrir la clave.

El origen de esta tecnología compleja se remonta al año 1926, cuando un equipo de ingenieros alemanes inventaron un artilugio que enviaba mensajes cifrados. Su utilización era muy sencilla, pero no tanto su funcionamiento. Si bien en este documento no es posible explicar con detalle cómo se codificaban los mensajes, es suficiente indicar que se trataba de un artefacto similar a una máquina de escribir, en la que al pulsar una letra se accionaban tres ruedas internas con 26 contactos, las cuales, combinándose entre sí, acababan emitiendo una letra distinta a la que se había tecleado en un principio.

Este mecanismo aparentemente simple producía en realidad una cantidad astronómica de combinaciones – el número 403 seguido por 24 ceros -, que incluso se podían multiplicar aún más si se intercambiaban de posición las ruedas. Para alguien que interceptase el mensaje, las letras resultantes no tendrían ningún sentido, ya que mostrarían una apariencia totalmente aleatoria. Para descifrarlo era imprescindible estar en posesión del libro de claves.

Un detalle importante a mencionar es que en los años veinte, antes de que Hitler llegase al poder en Alemania, esta maquina tenía un fin netamente comercial y se vendía como un producto más. Según diversas informaciones de entonces, una de estas unidades la compró el servicio secreto polaco, pero existen otras versiones, que señalan que los espías polacos la robaron en una oficina de correos alemana. Unos años más tarde, tras la invasión de su país, los polacos entregaron esta primera versión de la Enigma a los Aliados para que la estudiasen. Así pues, los expertos reunidos en Inglaterra para descubrir su funcionamiento dispondrían al menos de ese prototipo.

A lo largo de la década de los treinta, los expertos alemanes perfeccionaron la máquina. Además de las tres ruedas antes referidas, añadieron cinco suplementarias, con lo que las seis posiciones iniciales de las ruedas – que ya producían aquel número astronómico de combinaciones – pasaron a ser 336. La versión definitiva de la Enigma no se contentaba con ese número de posibles posiciones y lo volvió a multiplicar mediante la incorporación de diez clavijas similares a las utilizadas en las antiguas centralitas de teléfonos. El resultado final fue que la endiablada máquina era capaz de ofrecer 150 trillones de combinaciones, una cantidad imposible de abarcar por la imaginación humana.

Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial se proporcionó una Enigma a todos los barcos y submarinos, ya que al navegar en alta mar y por el tipo de combate que llevaban a cabo era vital estar siempre en comunicación. Después se fue extendiendo su uso por el continente europeo, asignando unidades de la Enigma a las fuerzas terrestres y aéreas, así como a los servicios de información.     

Las conversaciones que mantenían los alemanes mediante esa maquina eran interceptadas sin problemas por los servicios de inteligencia aliados, pero esas comunicaciones formadas por letras sin ningún orden sacaban de quicio a los agentes encargados de explorar las ondas. Era imposible descifrar aquellos mensajes, más aún cuando las claves eran modificadas cada veinticuatro horas y además cada fuerza militar germana tenía su propia combinación en la posición de las ruedas de la Enigma. En la marina alemana, incluso, cada tipo de unidad tenía la suya propia.

Por ello, tal como se indicaba al principio, los británicos necesitaban desentrañar los misterios de aquel  artilugio. Pero el equipo de expertos que habían logrado reunir se mostraba imponente para resolver el misterio. Al final se llegó a una conclusión: el modo más rápido para resolver el dilema  era conseguir a toda costa una maquina enigma y su correspondiente libro de claves.

En efecto, ésa era la solución mas fácil, pero ¿Cómo se podía arrebatar una de aquellas máquinas a los alemanes? El modo que parecía más factible era conseguir alguna Enigma era de las que viajaban a bordo de los barcos de guerra alemanes.

Había que aprovechar los ataques de la armada británica a algunos de esos buques para penetrar rápidamente y apoderarse de ella, antes de que la tripulación la destruyese.

Los resultados de esa táctica no fueron muy espectaculares, al menos al principio. En febrero de 1940 se logró capturar un submarino alemán y se pudieron conseguir algunas piezas de la Enigma, concretamente tres de sus ruedas. En otros abordajes, en esta ocasión a barcos alemanes camuflados como inocentes buques pesqueros, los ingleses pudieron hacerse de otras piezas, pero la anhelada captura de la máquina completa seguía resistiéndose.
             
 Recién, el 9 de mayo de 1940 cuando se produjo el hecho que abriría las puertas a la comprensión del funcionamiento de aquella maquina le quitaba el sueño a todos los expertos que intentaban desentrañar su interior.

Un submarino alemán, el U-110, se hallaba en las frías aguas del Atlántico Norte patrullando en busca de algún convoy aliado para atacarlo. Al avistar un grupo de barcos lanzó sus torpedos, impactando en dos buques mercantes. En lugar de marcharse tras el ataque, el submarino se quedó para ver el efecto que había producido sus torpedos. Esto lo aprovechó una corbeta británica para ir tras el U-110 y atacarle con cargas de profundidad, algunas de las cuales afectaron al submarino.

El comandante del U-Boot, 4 Fritz Julius Lemp, decidió descender hasta el fondo y esperar a que sus perseguidores se marchasen, pero los daños recibidos le obligaron a salir a la superficie. Al aparecer a plena luz del día, varios barcos británicos se dirigieron hacia él y dispararon sus ametralladoras contra los tripulantes del sumergible, que intentaban salir por la torreta.

Un destructor británico aceleró su marcha para embestir  al submarino, pero casi en el último momento recordó la consigna de intentar hacerse con una Enigma. El destructor evitó la colisión y envió una lancha hacia el U-110, con un grupo de marineros dispuestos a irrumpir en el U-Boot para arrebatarles la valiosa máquina. Mientras tanto, los alemanes habían colocado cargas explosivas en el interior de su nave, precisamente para evitar que todos sus secretos cayesen en manos de sus enemigos, y habían saltado al agua.

En este punto de la historia es en donde aparecen dos versiones diferentes sobre la suerte que corrió el comandante alemán del submarino. Según los ingleses, el oficial levantó sus brazos mientras estaba en el agua y se suicidó ahogándose. Según otros testigos, se asegura que el alemán regresó nadando al sumergible al comprobar que las cargas no habían explotado, para volver a activarlas; cuando estaba trepando al casco del submarino recibió un balazo procedente de la lancha británica.

Sea como fuere, la verdad es que los marinos ingleses consiguieron entrar en el interior del U-110. Allí encontraron un ejemplar intacto de la Enigma, además de un libro de claves con una validez de tres meses. Durante cuatro horas se estuvo trasladando material y documentación secreta al destructor.

Unos días más tarde, el precioso cargamento llegó a la base escocesa de Scapa Flow, en donde los expertos, en un primer vistazo, confirmaron la trascendental importancia del hallazgo. No obstante, existía un peligro que podía dar al traste con buena parte del éxito cosechando. Este riesgo no era otro que el que los alemanes supieran que los Aliados ya contaban con una de aquellas maquinas.

Si la captura de la Enigma del U-110 llegaba a oídos germanos, no pasarían ni veinticuatro horas antes de que los alemanes variasen todos los códigos e incluso modificasen el funcionamiento interno de la Enigma. Así que la misión que se le encomendó a la armada británica fue conseguir que los aproximadamente cuatrocientos hombres que habían sido testigos de aquella operación permaneciesen en silencio sobre todo lo que habían visto u oído.

Evidentemente, muchos de ellos desconocían la importancia de aquel artefacto, pero aun así se logro que no trascendiese nada sobre lo que había ocurrido ese día en mitad del atlántico. El éxito de esta consigna de silencio fue total, ya que ni uno solo de esos cuatrocientos marineros dijo nunca nada sobre el asunto mientras duro la guerra. Incluso un número importante de ellos se negaba a ofrecer cualquier tipo de información muchos años después de finalizado el conflicto. 
    
Una vez lograda la posesión de la máquina, las comunicaciones de la flota alemana dejaron de tener secretos para los Aliados. Las pérdidas por ataques de submarinos alemanes cayeron rápidamente, ante el asombro de los alemanes, que no entendían el porqué de esa repentina falta de efectividad. Por éste o por otros motivos, a partir de febrero de 1942 cambiaron todos los códigos empleados en la utilización de la Enigma. No fue hasta finales de ese año cuando los criptógrafos reunidos en Bletchley Park consiguieron desentrañar el misterio de los nuevos códigos empleados en la máquina, aunque nunca se ha revelado exactamente cómo lo consiguieron. Aun así, algo tendrían que ver la construcción por parte del servicio de inteligencia británico de uno de los primeros ordenadores del mundo, bautizado con el nombre de Colossus, para facilitar los trabajos del grupo de expertos.

Las dificultades no acabaron aquí. En marzo de 1943, un convoy de barcos aliados zarpó de Nueva York con destino a Gran Bretaña. Casi a la vez, los alemanes introdujeron un nuevo modelo de máquina, la Enigma M4. La diferencia fundamental con la anterior era que contaba con cuatro ruedas internas en lugar de tres, lo que elevaba el número de combinaciones a 2 por 10 elevado a 145. La imposibilidad de descifrar los mensajes confeccionados con este modelo evolucionado provocó que los submarinos pudieran volver a reunirse con facilidad para atacar a los convoyes que surcaban el Atlántico.

Los Aliados asistían impotentes al trágico espectáculo de sus barcos hundidos por los torpedos alemanes. Había que actuar con rapidez para descubrir el nuevo sistema de códigos, pero hay que recordar que los secretos del anterior modelo no habían sido resueltos hasta casi un año después de estar en posesión de la máquina. Los expertos de Bletchley Park trabajaron día y noche y, ayudados por los conocimientos adquiridos en la resolución del reto anterior, necesitaron tan solo dos semanas para descubrir cómo funcionaba la nueva versión de la máquina.

A partir de ese momento, los mensajes más sencillos comenzaron a poder ser descifrados. Esto fue suficiente para que los submarinos nazis fueran ya prácticamente incapaces de hundir un solo barco, mientras los Aliados no cejaban en su presión para localizarlos y destruirlos, fueran donde fuesen. Para los alemanes, el mes de mayo de 1943 seria conocido como “el mes de los submarinos perdidos”.

 Además del Colossus, los científicos crearon otra computadora, la maquina The Bombe, para ayudar descodificar los comunicados de la Enigma M4. The Bombe poseía más de 2,400 válvulas, trabaja a 5.000 hertzios de velocidad, y comenzó a funcionar un día antes del desembarco en Normandía.

 Todo lo que hace referencia a la Enigma permanecería en secreto hasta los años sesenta, cuando el gobierno británico permitió que se consultasen algunos documentos, aunque tuvieron que pasar casi treinta años para que se conociera la mayor parte de la historia.
Aunque cada vez se disponga de mayor información y se vayan conociendo mas detalles sobre la ya famosa Enigma, esa maquina seguirá manteniendo su misterio y despertando la imaginación de los interesados en la Segunda Guerra Mundial.

A ello ayudó también la extraña historia que rodeó al ejemplar de la maquina que podía contemplarse en la mansión de Bletchley Park, el lugar en donde trabajaban los expertos criptógrafos. Esta casa, convertida en museo, podía visitarse dos sábados al mes sin necesidad de pagar entrada y no contaba con especiales medidas de seguridad.

Esta circunstancia fue aprovechada en abril del año 2000 por un ladrón que consiguió apoderarse de la preciada máquina, que tampoco estaba asegurada. La verdad es que aquel amigo de lo ajeno no tuvo que hacer un gran esfuerzo para llevársela; la Enigma se encontraba dentro de una sencilla vitrina y para acceder a la máquina únicamente era necesario levantar el cristal que la protegía. Parece ser que el robo se cometió a plena luz del día y que el ladrón, camuflado entre el centenar de visitantes que recibe el museo, se limito a introducir el artefacto dentro de una bolsa y salir tranquilamente a la calle.

El nuevo e ilegal propietario de la Enigma exigió una cantidad equivalente a unos 7.000 euros por su devolución, cantidad muy moderada si se tiene en cuenta que estaba valorada en unos 150.000, aunque se considera que su valor histórico trasciende el valor monetario.
               
Pero una serie de circunstancias llevaban a pensar que existía alguna historia turbia en todo el asunto. En el mensaje en el que el ladrón pedía el dinero se refería despectivamente a la directora de Bletchley Park como “esa mujer”, sin aludir a su cargo. Ese detalle hizo pensar a los investigadores que el ladrón la conocía personalmente. A esto hay que añadir que la directora fue nombrada rodeada de una fuerte polémica interna, ya que hasta ese momento la institución venia siendo regida por un grupo de voluntarios, algunos de ellos ex agentes secretos, defensores de la tradición y de mantener las antiguas costumbres.

En cambio, la nueva directora, de perfil netamente empresarial, llevaron con aires renovadores que no encajaban con el espíritu que hasta ese momento había reinado en la institución. La lucha por el poder llego a tal punto que consiguieron que la directora fuera despedida, pero poco después no pudieran impedir que esa decisión fuera revocada.

En ese tenso ambiente, se generaron también anónimas amenazas de muerte a la directora, fue el escenario en el que se produjo el robo de la Enigma. Aunque se estaban haciendo esfuerzos para identificar al delincuente, la dirección del centro estaba dispuesta a entrar en negociaciones con el ladrón, debido a la gran importancia del objeto y al bajo precio del rescate exigido.

Como si el carácter de la maquina impregnase misteriosamente todo lo que la rodea, el 18 de octubre del 2000, el periodista de la BBC Jeremy Paxman recibió un extraño paquete por correo. En su interior, sorprendentemente, se encontraba la Enigma robada en Bletchley Park. Pero el misterio no quedaba resuelto; la identidad del ladrón seguía sin conocerse y, lo que es más grave, en la maquina faltaban las tres ruedas internas. 
        
El caso volvió a la primera pagina de los periódicos un mes después. El 19 de noviembre del 2000, el Sunday Times aseguraba en su portada que dos de sus periodistas habían resuelto el caso del robo de la máquina. En esa información se aseguraba que, a finales de octubre, los redactores habían recibido una misteriosa carta sin remitente que contenía una palabra en clave, de la que sólo se dio a conocer que tenía ocho letras y empezaba por “i”. El autor de la misiva afirmaba que conocía el paradero de los tres rodillos desaparecidos.

Los periodistas, intrigados, decidieron publicar un anuncio por palabras en el Times con el siguiente texto: “(La palabra clave), encantado de recibir su comunicación, por favor, contacte con Nick”. Estas palabras fueron insertadas en el diario durante tres días, hasta que el anónimo comunicante se puso de nuevo en contacto con los periodistas. En este caso, accedió a encontrase con ellos; el lugar de la cita era un cementerio.

Los reporteros respondieron a esta propuesta afirmativamente, utilizando la sección de anuncios por palabras del Times. Pero el 8 de noviembre recibieron una nueva carta en la que el autor expresaba su temor a ser acusado del robo de la Enigma y, por tanto detenido por la policía en el caso de seguir adelante con el contacto previsto, así que el encuentro debía suspenderse.

Lo que ocurrió tras esa reunión frustrada es un misterio. El rotativo no explicó con exactitud lo que ocurrió después. Sin entrar en detalles, afirmaba que la policía  fue puesta al corriente de todo el caso. Es posible que el autor de las cartas se le tendiese una trampa. Lo único cierto es que el sábado 18 de noviembre, un hombre de 57 años fue detenido. El periódico anunció que las ruedas de la Enigma serían recuperadas, si bien desde entonces no se ha tenido ninguna noticia del paradero de esas históricas piezas.     

En febrero de 2006, la Enigma volvió a centrar la atención del público, cuando se dio a conocer que un grupo de criptológos ingleses había descifrado uno de los tres mensajes alemanes interceptados que, debido a su complejidad, no habían podido ser todavía descodificados.

Los mensajes descifrados por estos expertos fueron codificados mediante la Enigma de cuatro rotores, la M4. Para lograrlo, se recurrió a una aplicación de software de código abierto; desde la página de web del proyecto, los internautas ayudaron a descifrarlo aprovechando los tiempos muertos del ordenador para realizar los cálculos.

En 1995 una revista criptográfica publicó tres mensajes codificados alemanes que nunca se habían podido descifrar hasta que Stefan Krah, un violinista aficionado a los criptogramas y a las nuevas tecnologías ideó ese programa freeware que permitía, uniendo varios ordenadores mediante internet, descodificar los mensajes secretos nazis.

El 20 de febrero del 2006 quedó descodificado el primero de los tres mensajes. El comunicado cifrado era como sigue:

“nczwvusxpnynminhzxmqxsfwxwlkjahshnmcoccakuqpmkcsmhkseinjusblkiosxckubhmllxcsjusrrdvkohulxwccbgvliyxeo—hxrhkkfvdrewezlxobafgyujqukgrtvukameurbveksuhhvoy-habcjwmaklfklmyfvnrizrvvrtkofdanjmolbgffleoprgtflvrho-wopbekvwmuqfmpwparmfhagkxiibg”.

Gracias el trabajo de Krah y sus colaboradores, aquella información oculta durante más de seis décadas fue finalmente decodificada:

“obligado a sumergirme durante el ataque. Cargas de profundidad. Última posición enemiga 0830 en punto, Aj 9863. Curso 220 grados, 8 nudos. Impacto después. 14 mb cae. NNO4. Visibilidad 10. Looks.”

El 7 de marzo de 2006, poco después de que el primer mensaje fuera desvelado, se logró la traducción del segundo, cuyo formato original era éste:

“tmkfnwzxffiiyxutihwndhxifzeqvkdvmqswbqndyozftiw-mjhxhyrpaczugrremvpanwxgtkthnrlvhkzpg mnmvsecvckhoinplhhpvpxkmbhokccpdpevxvvhozzqbiyieouseznhjkwhydagtxdjdjkjpkcsdsuztqcxjdvlpamgqkkshphvksvpcbuwzfizpfuup”.

La traducción de esta combinación de letras es:
“No se ha encontrado nada en el rastro del convoy 55.°, moviendo a la cuadrícula ordenada. Posición naval AJ3995, SO4, mar 3, 10/10 nublado, 28 mb subiendo, niebla. Visibilidad 1 sm. Schroeder” 
         
El tercer mensaje, al ser más complejo, se esperaba entonces que fuera descifrado en un plazo de unos tres años.

Definitivamente es muy posible que la Enigma seguirá siempre unida al misterio que la rodeó antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial.