diciembre 08, 2011

Los ojos colgantes del predator más antiguo: El Anomalocaris

El temible  depredador Anomalocaris. 
Crédito: Katrina Kenny -la Universidad de Adelaida
El más grande y más temible depredador de los océanos del cámbrico, el Anomalocaris es ahora mucho más amenazador, pues los investigadores han encontrado que poseía un par de ojos que le proporcionaban una excelente visión.
Este animal en sí mismo ha sido conocido desde hace bastante tiempo, pero nunca hemos conocido el detalle de los ojos, señala el investigador del estudio, John Paterson, de la Universidad de Nueva Inglaterra en Australia al explicar a LiveScience. Se nos puede decir mucho acerca de como se veía su mundo y también es compatible con que es uno de los principales depredadores durante el período cámbrico.
El grupo de los depredadores en cuestión, pertenecen al género de Anomalocaris, y podía llegar a tener más de 3 pies (1 metro) de largo y vivió en los océanos poco profundos de hace más de 500 millones de años. Los investigadores lo llaman "el primer depredador”, porque tenía una visión muy aguda y era mucho más grande que otros animales en el océano en aquellas épocas. También tenía grandes garras y dientes de sierra en su boca para desgarrar a los trilobites.
Cuando nos fijamos en el animal que tiene estas garras en la parte superior de su cabeza, para facilitar agarrar a su presa, empujarla hacia su boca circular, que también es de bastante temible aspecto.
Depredadores antiguos
Fósiles anteriores habían conservado sólo los contornos de los ojos de estas criaturas. Los investigadores sabían que los ojos estaban situados en los tallos que sobresalían de su cara, y que habían pensado que los ojos colgantes podrían ser ojos compuestos, pero no estaban seguros y no podía decirse realmente que tipo de ojo pudo haber tenido, o la nitidez de su visión podría han sido.
Los ojos fueron descubiertos en un fósil de un depósito de 515 millones de años en la Isla Canguro, en el sur de Australia. Otros fósiles descubiertos en este yacimiento muestran los ojos antiguos que no están tan bien desarrollados, pero sigue siendo bastante más desarrollado en comparación con otros animales de la época.
Los fósiles estaban contenidos en muestras de rocas de esquisto, se procedió a dividir las rocas a los largo de capas muy finas en la pizarra con un martillo y un cincel, separándolas de una manera parecida a como abrir las páginas de un libro, y en la espera se pudo observar que se vuelve a  mirar por primera vez en 500 millones de años, señalo el Prof. Paterson a LiveScience, quien también estuvo en el descubrimiento de este par de ojos, y que fue un momento increíblemente escalofriante.
Excelente ojos, dan una gran ventaja
Los ojos compuestos, como el tipo de ojos que se ve en las libélulas y los mosquitos, se componen de varias lentes individuales. Las libélulas, es un artrópodo que tiene hasta 28 mil lentes en cada ojo, mientras que una mosca puede tener 3.000. Estas criaturas de 500 millones de años tenían alrededor de 16.000 lentes.
Al igual que los píxeles de una imagen digital, en los ojos compuestos, a más lentes significa una imagen más clara. Sobre la base de la estructura, este animal podría haber tenido una visión excepcionalmente clara, casi de 360 grados del mundo que lo rodea, señalan los investigadores. La visión precisa, habría dado a estos depredadores una ventaja sobre su presa, por lo que sus víctimas debieron desarrollar sus propias capacidades visuales para evitar ser comidos.
Definitivamente, fue un depredador muy capaz, especialmente cuando se compara con otros animales encontrados en los mismos sitios de fósiles que no han tenido tan buena de la vista o incluso podrían haber sido ciegos, bajo esa circunstancia los Anomalocaris tuvieron una notable ventaja.

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